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Argentina va a salir campeón del mundo

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Notas 5 Jul

Lee los argumentos de Juan Pablo Varsky para afirmar esto.

Le aposté a Sebastián Zírpolo, editor de Bastión Digital, una comida para veinte personas que Argentina saldrá campeón del mundo. ¿Optimismo sciolista? Nada que ver.

Otro día, si quieren, discutimos cuánto populismo corresponde aceptar en política. En fútbol, cero. No me gusta el contenido patriótico del Mundial. La utilización política es inevitable. La gran mayoría de los presidentes del mundo quiere la foto con el campeón. Por supuesto, no es lo mismo un simple click que difundir la lista de 30 jugadores en el medio de la presentación de la programación de la TV Pública. Innecesaria mezcla. La programación por un lado y la lista por el otro.No era tan difícil.

Tampoco acompaño la sobrevaloración del hincha como factor influyente en un partido. La gente no juega. Nunca. Descreo del folklore. En nombre de la pasión, se han cometido atrocidades. Las publicidades apestan.¿En serio que somos mejores argentinos cuando llega el Mundial? Dejate de joder.

Hay un molde vencido en los comerciales nacionales. Asociar la camiseta con el éxito atrasa. El seleccionado mayor no gana un título oficial desde la Copa América de 1993. No está entre los cuatro mejores de un Mundial desde Italia ´90. Sentimiento patriótico, pasión del hincha, imagen ganadora. Todo periferia, lejos de la esencia.

Para mí este deporte es, básicamente, pases entre compañeros cuando el equipo tiene la pelota y presionar juntos para recuperarla cuando no la tiene. Hay diferentes sistemas, que sin nombres propios pasan a ser meros números telefónicos. Partimos de dos conceptos fundamentales con el balón en movimiento: la posesión y la cobertura de espacios. Con el tiempo, la pelota parada se convirtió en una fuente inagotable de recursos que pueden cambiar el resultado de un partido.

Mis argumentos son estrictamente futbolísticos.

Alejandro Sabella asumió en la Selección luego de la Copa América 2011. Su primera medida fue darle el liderazgo a Messi. Ni Basile, ni Diego ni Batista lo habían hecho. Conversó con Guardiola, quien lo ayudó a interpretar palabras y silencios de Leo. Quitó el activo tóxico del plantel. Lo rodeó con buenos futbolistas que se potencian y se complementan. Entendió que querían jugar todos juntos: Gago, Mascherano, Di María, Agüero, Higuaín y Messi. Nunca perdió con ellos en la cancha. El partido contra Colombia en Barranquilla cambió todo. Ese noche, Kun entró en el segundo tiempo y la historia del seleccionado viró drásticamente.

Sergio Romero es el arquero titular de la selección desde 2009. Lo puso Diego, lo confirmó Batista y lo mantiene Sabella. Campeón juvenil en 2007, olímpico en 2008. Cinco años, tres entrenadores. Tan malo no debe ser. No tuvo ritmo de competencia. Ya no importa. Hoy, todos los arqueros están en la misma situación. A mí me gusta más Guzmán, el de Newells. Pero es irrelevante. Romero nunca se mancó en la selección. Estamos muy susceptibles si prendemos las alarmas por una indecisión en un centro. Respeto. Zabaleta ha sido uno de los mejores laterales derechos de la Premier. Campeón con Manchester City, pasa al ataque con criterio y es difícil pasarlo en el mano a mano. Fernández y Garay empezaron a jugar juntos desde el amistoso con Suiza en febrero de 2012. Tanto pedimos por una dupla que tenga continuidad y se entienda. Ahí está. No, no son Sergio Ramos y Piqué. Pero tienen buen juego aéreo y han mejorado el primer pase. Marcos Rojo es el Garré modelo 2014. El “Cómopuedeserquejuegueenlaseleccióneseburro” de esta selección. Sabella confía en él. Es su lateral con cuatro o cinco defensores. En su equipo Sporting de Lisboa juega de central. Si el debate sólo pasa por Rojo, concédanme la licencia.

¿Hay grieta entre atacantes y defensores? Sí. Pero porque los de arriba son demasiado buenos, no porque los de abajo sean horribles. Además, los delanteros pueden ayudar a los defensores de dos maneras: haciendo más goles y marcando en el retroceso. Allí está la principal tarea de Sabella en estos entrenamientos sin partidos. En las transiciones. Pasar de ataque a defensa y de defensa a ataque con la mayor cantidad de gente posible. Que haya poca distancia entre las líneas para cubrir espacios y muchas opciones de pase para tener la pelota. Argentina debe mejorar en ese aspecto del juego para achicar colectivamente la evidente brecha individual.

Una primera ronda tranquila, ideal para consolidar al equipo. Un duelo de octavos contra Suiza o Ecuador (veo a Francia ganadora de ese grupo) Si Alemania gana su grupo, se irá para la otra parte del cuadro y no tocará en cuartos. Mejor. ¿Portugal o Bélgica en cuartos? ¿Dónde se firma? Y después, el sexto partido, la semifinal, contra un grande. No veo a España allí. Llena mi formulario para ser la Argentina del Mundial 1982. Messi llega muy bien en lo físico. El resto de las estrellas arrastra las secuelas de una temporada intensa. El equipo lo hará mejor. Y él hará mejor al equipo.

Hay variantes. El plantel está repleto de jugadores complementarios, de rol.Esos imprescindibles para conservar un resultado o darles descanso a los titulares. Si hace falta correr un poco más, ahí estarán Pérez, Fernández, Álvarez y Rodríguez. El 80 % de la guía telefónica. Fijo en el campeón inglés, Demichelis se metió solo en la lista de 23 y es una buena alternativa como zaguero. Lo mismo Biglia para el medio y Palacio para el ataque.

El grupo se quiere, se respeta. Todos querían terminar lo antes posible en Europa para volver a Ezeiza, que funcionó como un verdadero centro de terapia en los primeros días. Afectó la salida de Banega, una referencia dentro del plantel y muy amigo de Messi. El tema duró en la agenda lo que debía durar: dos días. Sabella dijo lo mínimo indispensable. Los jugadores tocaron la cuerda sentimental. Y Banega no habló. ¿Hubo algo más de lo que se comunicó? Seguramente. Si el equipo queda eliminado prematuramente, se volverá a hablar del caso.

No creo que ocurra. Argentina va a jugar los siete partidos. No es optimismo sciolista, ni épica camporista. He presentado mis argumentos por los cuales Sebastián Zírpolo deberá pagar una comida para 40 personas. Porque, en exceso de confianza, ambos acordamos duplicar la apuesta.

Por Juan Pablo Varsky para Bastion Digital

Metro951
Juan Pablo Varsky metromundial Mundial 2014
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