Esta noticia nos llega desde New South Gales, el estado más antiguo de Australia. Allí, los habitantes vivieron una escena difícil de sobrellevar.
¿Qué pasó? Miles de pequeñas arañas descendieron como una especie de lluvia mientras tejían sus blancas telarañas que cubrieron los campos de plantaciones.
Este fenómeno, conocido como “cabello de ángel”, se produce como parte de la migración natural de los arácnidos, que tejen sus telas para desplazarse al compás del viento.
“Ellos vuelan por el cielo y luego vemos estas caídas de telas de araña que se ven casi como si estuviera nevando”, explicó Keith Basterfield, un aracnólogo jubilado de la Universidad de California.
Nota del editor: Si me pasa a mí, me muero.