A los 21, Mike Waudby años pesaba 140 kilos y a los 29 ya había superado los 200. Como consecuencia de ello sufría de obesidad mórbida. Estaba tan deprimido que hasta intentó suicidarse.
Un día estaba viendo fotos y se encontró con esta imagen. Ese día le dijo a todos sus amigos que ese no era él y decidió contratar un entrenador personal.
“En cada sesión en el cross-trainer terminaba quitándome mi camiseta XXXXL completamente mojada, mirándome la panza y llorando. Pero al rato me recomponía y volvía a creer en que esto era posible y en que podía lograrlo.”
Un año y medio de ejercicio y mucha auto motivación le alcanzaron para perder 114 kilogramos. Después se operó para sacarse la piel que le sobraba y ahora se dedica a entrenar personas que enfrentan la misma situación que él vivió. ¡Si se puede!