Se llama Bunyandi y acaba de abrir sus puertas en uno de los barrios más top de la capital inglesa.
Para cocinar, no usan ni gas ni electricidad. La comida se sirve en vajilla comestible y acompañada de vino orgánico. A los clientes se los invita a liberarse de los teléfonos celulares y también de la ropa.
Apenas llegan. los comensales son conducidos a un vestuario donde pueden colocarse una bata. O nada. Por lo pronto, ya comenzaron a aparecer las primeras reseñas en Facebook. “Me sentí bienvenido apenas entré. Además del nudismo opcional y la comida cruda, están prohibidos dispositivos. Definitivamente me sentí más comprometido con mi compañía“, fue uno de los reviews positivos.