Iggy Pop aceptó el ofrecimiento de la Academia de Arte de Nueva York para posar desnudo en una clase a la que asistieron alumnos de entre 18 y 80 años.
La propuesta, impulsada por el artista británico Jeremy Deller, tenía como objetivo retratar a uno de los frontman más icónicos de la historia del rock and roll para luego exponer las obras en el Museo de Brooklyn.