El sólo hecho de tirarse con un paracaídas al vacío genera en mucha gente miedo, vértigo y adrenalina. Ahora imagínense hacerlo pero con los ganchos sujetados a la piel de la espalda. Doloroso es poco… Pero en este mundo hay lugar para todos, es por eso que el aventurero Josh Miramant decidió probar algo nuevo y se tiró de un acantilado de una manera muy particular.
Oriundo de San Francisco, Josh decidió dejar de lado los clásicos saltos en altura y reemplazó uno de sus hobbies favoritos por una de las ideas más extremas de la historia: se enganchó arneses a su espalda y saltó de la cima de monte Ton Sai en Tailandia.
De esa manera se transformó en una de las únicas once personas en el mundo en saltar desde ese acantilado, y a su vez, ser el primero en hacerlo con un paracaídas atado a su piel.