Esta es la historia de Keon, el perro oriundo de Bélgica que entró en la historia grande del Guinness por tener la cola más grande del mundo.
Su camino a la fama comenzó cuando un veterinario midió las dimensiones de su rabo, que alcanzó los 76 centímetros. Esa cifra superó a la anterior marca que figuraba en el prestigioso libro por casi cinco centímetros.