En Rockford, Illinois (Estados Unidos), se levantó una fuerte polémica por una familia que se negó a darle propina a una camarera solo por tener un tatuaje de la comunidad LGTB.
“No podemos darle propina a alguien que no ama a Jesus” fue el fuerte mensaje que escribieron los clientes en la factura. Además criticaron su tatuaje: “Bad tattoo”
Samantha Heaton de 20 años, fue la empleada de Buffalo Wild Wings que recibió este mensaje y se sintió “herida” luego de leerlo. Hablando con Rock River Times dijo que lo que hizo la pareja “fue un mal ejemplo para sus 3 hijos”.
Además luego de que la imagen se convirtiera en viral en las redes sociales, Samantha recibió el apoyo de mucha gente que ni siquiera la conocía y por supuesto el de sus colegas: “Ser gay no significa que no creas en Dios o en Jesús. Y la gente que es religiosa no debe faltar al respeto ni actuar de esta manera con otra gente.” mencionó una de sus compañeras.
Luego le preguntaron si retrocedería el tiempo atrás para borrarse el tatuaje:“No, lo haría más grande aún” respondió.
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