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Noel Gallagher, el buen rebelde

Noel Gallagher, el buen rebelde

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Música 7 May

El impecable músico inglés volvió a la Argentina. A tres años de su última visita al país –recordemos que estuvo en el año 2009-, Noel Gallagher regresó para presentar su disco solista, Noel Gallagher’s High Flying Birds, en GEBA. Una noche increíble que contó con una transmisión exclusiva de Metro 95.1 a cargo de Matías Martin Andy Kusnetzoff.

La aparición del ex Oasis sobre el escenario se demoró más de lo previsto, pero el magnetismo del público permaneció intacto hasta las 9.30, hora en que los músicos entraron a escena seguidos por el excéntrico Inglés. De fondo se escuchaba de un mix de If I Had A Gun con la voz grabada de Gallagher en medios tiempos.

El inicio lo marcó un tema de Oasis: (It’s Good) To Be Free. Vale aclarar que él tiene los derechos legales de las canciones de su ex banda porque fue quien las compuso -el hermano, Liam, en sus shows no las incluye-. Recién el tercer track del setlist fue de su álbum solista, Everybody’s On the Run.

El show contó con una selección de 20 temas que logró sumergir al público en un viaje que duró una hora y media. Una presentación impecable por donde se la mire: la banda sonó ordenada y los músicos demostraron estar a la altura de la situación -el toque ideal y sofisticado se lo dio el pianista Mike Rowe, también un ex Oasis-. Por su parte Gallagher cambió la guitarra en cada tema, pasó de eléctrica a acústica una y otra vez.

Luego del impasse intergaláctico volvió con un top track, Supersonic. Al ver la ovación de la gente, el inglés dejó de cantar y dijo: “Está muy lento, ya me olvidé como tocar esta canción. Tantos años que ya se me fue”.Con risas de por medio retomó Supersonic y al terminarla exclamó que era la última vez que la va a tocar.

Del disco Noel Gallagher’s High Flying Birds incluyó Dream OnIf I had a Gun, The Good Rebel y The Death of you and Me, entre otros. A los cuales les imprimió su mítico sello de rock psicodélico pero en lo más íntimo del acorde de su guitarra se sintió la herencia de sangre, Oasis.

Igualmente, no importó cuan excelentes fuesen sus creaciones modernas como solista ya que cuando GEBA explotó fue durante los últimos ultra hits Whatever, Little By Little Don’t look back in Anger que colmaron el épico final con un tremendo power noventoso. Terminó con el usual saludo, el reiterado agradecimiento y el tradicional “see you soon” (nos vemos pronto).

 

Texto: Estefi Kröl

Fotos: José Luis García

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