Bookcrossing funciona, básicamente, a través de Internet. Sus integrantes (los vernáculos se autodenominan “beceros”, un derivado de BC, iniciales del movimiento) se registran y hacen lo mismo con los libros que quieren están dispuestos a compartir o liberar. Después, empieza el juego.
Suelen juntarse e intercambiar sus tesoros; alguno puede dejar un ejemplar en algún rincón de la ciudad, lo que llaman “dejar el libro en la jungla” o, más radicales, organizan una liberación masiva.
Cada libro tiene un número que permite seguirle la huella para ver en qué parte del mundo está.El record argentino lo tiene un chico que liberó 1000 libros
http://www.bookcrossing.com.ar/