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Una dieta digital

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Notas 17 Oct

Son cada vez más los que pasan el día on line, pendientes del móvil, el correo electrónico, el Whatsap, Facebook o Twitter. Así, muchos especialistas han empezado a hablar de una nueva enfermedad, propia de estos tiempos, que han dado en [...]

Son cada vez más los que pasan el día on line, pendientes del móvil, el correo electrónico, el Whatsap, Facebook o Twitter, personas que se acuestan, despiertan comen y pasean con un dispositivo electrónico al lado. Así, muchos especialistas han empezado a hablar de una nueva enfermedad, propia de estos tiempos, que han dado en llamar hiperconectividad y que se caracteriza por la ansiedad de informarse, la búsqueda constante de estímulos informativos y una agobiante sensación de angustia y vacío que es necesario llenar con más información.

Hay quienes experimentan una compulsión a leer sus correos y se angustian ante la posibilidad de perder un mensaje importante. Padecen el síndrome de ansiedad del email, agravado por el uso masivo de dispositivos móviles.

Desintoxicación

El año pasado la consultora internacional JWT Intelligence advirtió sobre  la tendencia a la obesidad digital.

“La dieta digital”: Plan de cuatro pasos para romper con la adicción a la tecnología y reencontrar el equilibrio en la vida. Dividido en cuatro pasos –repensar, reiniciar, reconectar y revitalizar-.

Antes de empezar, hay que calcular el grado de dependencia en base a los diferentes dispositivos que el adicto tenga. Por ejemplo, por cada teléfono celular se suman tres puntos, por cada tableta dos puntos y por cada cuenta de correo electrónico otros dos puntos. Con menos de 24 puntos el usuario  tiene una dieta equilibrada. Entre 25 y 35 ya empieza a sentir los efectos de cierta dependencia de la tecnología.  Sí la suma supera los 36 puntos se puede hablar de un obeso digital.

 1- El régimen empieza calculando el tiempo diario que se le dedica a navegaren la web por cuestiones no laborales.

2- La segunda parte consiste en reiniciar. Se trata de una fase de desintoxicación y consiste en alejarse de la tecnología.  Sieberg propone empezar por algún día del fin de semana, después el fin de semana completo y retomar tareas de la era anterior, como la lectura, el deporte o simplemente las conversaciones con amigos.

3- El tercer paso es reconectar y reasignar prioridades; el tiempo razonable que se le debe dedicar a la computadora debe estar entre los 90 minutos y las tres horas.

4- El último capítulo de la dieta digital está relacionado con la idea de que no se puede estar completamente aislado a nivel tecnológico. Es lograr la vuelta a la vida digital Según el autor, el objetivo estará cumplido cuando el equilibrio entre la relación con la tecnología y la relación con las personas fluya de manera natural y el paciente supere la frase: No tendré miedo a estar desconectado.

Metro951
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