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Madonna, una reina indiscutida en Argentina

Madonna, una reina indiscutida en Argentina

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Música 14 Dic

La cantante volvió al país y revolucionó el Estadio de River Plate.

¿Por donde empezar a contar lo que fue el regreso Madonna a la Argentina ? ¿Cómo expresar, y en qué orden, los diferentes momentos que se vivieron en el show que montó en el Estadio River Plate, como parte de su gira MDNA TOUR? Sin duda un espectáculo impactante como pocos vistos, que reflejó -con una puesta en escena propia de un musical- la transgresión, la revolución y la celebración encarnadas a lo largo de su carrera. Un espectáculo con todas las letras, en el que no se notó la falta de energía que después admitió la cantante cuando dijo que estaba con fiebre. Un espectáculo donde su eléctrica voz compitió con la escenografía, las imágenes y las impresionantes coreografías.

El comienzo sin dudas no salió como se esperaba, o al menos como esperaba el público, que desde antes de las 22 –hora pautada para el inicio del show- esperaba ansioso que se apagaran la luces y apareciera Madonna sobre el escenario. Pasadas las once de la noche comenzaron los abucheos, que se calmaron sólo cuando en la oscuridad la maquinaria en escena comenzó a moverse. El misticismo inundó rápidamente el estadio: campanadas de fondo, monjes, fuego, truenos y la increíble y tan esperada aparición de Madonna emergiendo en medio de un altar. El grito eufórico del público fue unánime, y con esto quedó demostrado que una hora y media de retraso sólo se le perdona a ella. Una puesta totalmente mística fue pronto transformada en fiesta cuando Girl Gone Wild inauguró oficialmente el show. Una manipulación iconográfica que sólo puede hacer alguien que lleva la transgresión en la sangre. Como si esto fuera poco, seguido vinieron las armas, la muerte y la rebelión de la mano de Revolver y Gang Bang, Papa Dont´n Preach y Hung Up. Una seguidilla de bailes bastante oscuros, donde la imagen de la cruz tuvo protagonismo. Recién con I Don´t Give A se pudo ver a la reina del pop parada frente al micrófono sin una coreografía que la lleve de un lado al otro del escenario. De fondo un video con Nicki Minaj vistiendo unos hábitos muy controvertidos, sintetizó: “There’s only one queen and that’s Madonna”. Con esta sentencia se fue la primera parte de un show divido en cuatro segmentos que condensaron cuatro conceptos: Transgression, Prophecy, Masculine/Feminine y Celebration.

La segunda parte de show, Prophecy, comenzó con Express Yourself. Con una estética totalmente renovada, que colmó el escenario de bastoneras, porristas y soldados con redoblantes, Madonna reforzó la frase que desde minutos antes había quedado retumbando en el estadio y mezcló fragmentos de Born This Way de Lady Gaga, seguido de su tema She’s Not Me. Frente a esto, sobran las explicaciones. Luego vinieron Give Me All Your Luvin y Turn Up the Radio. Cuando fue el momento del clásico Open Your Heart apareció en escena su hijo Rocco que deslumbró con su baile. A continuación llegó el momento para escuchar un poco de folclore del País Vasco con el tema Sagarra jo de Kalakan –banda que la acompaña en la gira. Esto dio lugar a una atmósfera intima y muy emotiva, donde Madonna expresó su amor por la Argentina, contó que estaba con fiebre y pidió a su público ayuda para cantar todas las canciones que quedaban. Con Masterpiece terminó el segundo segmento.

Luego de una impresionante coreografía a cargo de los bailarines, Vogue comenzó a sonar. La moda se hizo presente: historicismo y vanguardia se fusionaron en los diseños más sofisticados. La extravagancia y la excentricidad guiaron las coreografías de Candy Shop y Human Nature. Luego sí tuvo lugar la exaltación del rol femenino, la reivindicación de la lucha de las mujeres y de sus derechos y el homenaje a todas aquellas que hicieron de su vida una batalla constante. Sin duda uno de los momentos más emotivos de la noche. La ovación no se hizo esperar cuando en su espalda se pudo leer el nombre Eva y las primeras melodías de Don’t Cry for Me Argentina comenzaron a escucharse. Love Spent marcó el final de esta tercera parte del show.

I’m Addicted y I’m a Sinner, de su último disco, fueron los temas elegidos para esta última etapa donde el brillo y el color inundaron la escena. La despedida estaba cada vez más cerca, pero todavía quedaba lo mejor. Con Like a Prayer los gritos volvieron al unísono. Todos de pie y cantando frente a Madonna envuelta en una bandera argentina y un impresionante coro gospel enmarcaron uno de los momentos más impresionantes de la noche. Luego de dos horas de show, inevitablemente el final llegó, y lo hizo de la mano de Celebration y al grito de “muchas gracias Buenos Aires, los quiero mucho”.

De esta manera la indiscutida reina del pop cerró, en medio de ovaciones y aplausos, la primera de las tres fechas de su paso por la Argentina. Madonna se presentará el sábado 15 de diciembre nuevamente en River  y el 22 en Córdoba.

Texto: Silvana Canton
Fotos: Beto Landoni

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