Un invitado especial formó parte del show de Arcade Fire en Coachella… Entre las clásicas cabezas con las que la banda canadiense sale al escenario se encontraba el Papa Francisco, en una bien detallada imitación de sus rasgos.
Pero la sorpresa no termina acá: al sacarse las máscaras todos los músicos, quien portaba la cara de Bergoglio era un intruso: nada menos que uno conocido, el actor Aaron Paul. Así como en Buenos Aires el que sorprendió con una máscara fue Julian Casablancas, esta vez un personaje del mundo de la televisión se unió al chiste.
Scott Rodger, de la empresa de representantes Quest Management, se encargó de subir a instagram una placa sin desperdicio.
¿Será el protagonista de Breaking Bad fanático de la iglesia católica tanto como de Arcade Fire?