Jon Hamm, protagonista de la serie estadounidense Mad Men, confesó que en el pasado trabajó para películas porno, pero no como actor, si no como encargado de vestuario.
Según declaró el actor a Vanity Fair, ese trabajo le “destrozaba el alma”. Pero trabajó como encargado de vestuario para Cinemax mientras intentaba conseguir notoriedad y alguna oportunidad en la industria audiovisual.
El tiempo quiso que además de algunos papeles en cine consiguiera el papel de Don Draper en Mad Men, uno de los personajes mejor vestidos de la historia, una ironía del destino.