Tras el glorioso pasado como traficantes de metanfetamina, parece que los protagonistas de Breaking Bad encontraron un negocio menos arriesgado: una casa de empeños.
Bryan Cranston y Aaron Paul participaron de un sketch en el que hacen de prestamistas y su primera cliente es Julia Louis-Dreyfus, quien quiere empeñar uno de los Emmy a la Actriz de Comedia ganados gracias a la serie Veep. Julia tiene que aguantar que la confundan con Mary-Louise Parker y que le hagan un mal precio por su estatuilla porque, como dice Cranston, “el drama es difícil y la comedia es fácil, así que vale menos”.
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