Crearon en Japón una cámara fotográfica de alta tecnología capaz de funcionar a una sexta parte de la velocidad de la luz. Se trata de un aparato 1000 veces más rápido que cualquier otra cámara actual considerada de alta velocidad.
La cámara es considerada la más rápida del mundo y es capaz de fotografiar fenómenos como reacciones químicas que serían imposibles de captar con un sólo disparo en las convencionales. Se trata de una creación de las universidades de Tokio y Keio en conjunto.
El aparato se basa en una tecnología llamada Sequentially Timed All-Optical Mapping Photography (STAMP). La conducción de calor, por ejemplo, que ocurre a un sexto de la velocidad de la luz, es uno de los fenómenos posible de fotografiar.
Los números concretos impresionan: 4,4 billones de frames por segundo. Es decir que dispara consecutivamente en menos de una billonésima de segundo. Como aún no está en el mercado no se conoce cuánto costará, pero sí se presume que su uso será para la investigación científica y la medicina.