Esta es la historia de Colin Lambert, un nene de un año y medio que vivió una situación más que insólita junto a su abuela, Diane O’Neill.
Todo comenzó cuando el nene ingresó a una máquina de peluches por la ranura inferior. ¿Qué sucedió entonces?.
“Solo podía verle los pies”, dijo O’Neill. “Le agarré los pies y me pateó la mano y entró. Estaba adentro del compartimiento de vidrio, sentado entre los juguetes”, detalló.
Por suerte, los bomberos acudieron rápidamente al lugar y lo rescataron sin mayores problemas. Como recuerdo de esta travesía, Colin se llevó un peluche…