La escena local parece tener un nuevo round. Esta vez, Gustavo Cordera decidió salir con los tapones de punta contra Andrés Calamaro.
“Andrés era una especie de Neanderthal desfigurado, con las manos completamente lastimadas y llenas de pus. No se le movían los dedos. Se mordía, se lastimaba constantemente, todo el tiempo”, confesó el ex Bersuit.
De esta manera, Gustavo se refirió abiertamente y sin anestesia a aquella historia que vinculaba a Calamaro con el fin de la banda de los pijamas.
“Me convertí en asistente de Calamaro. Era como su manager. Cuando salíamos de gira, yo iba y le armaba el camarín, le traía algo para tomar, le conseguía las minitas, se las sacaba de encima”, tiró.
Por último, hizo una comparación bastante curiosa. “Calamaro era una niña de Barrio Norte. Yo era un puta bardera de Avellaneda”, cerró.