Una fábrica de cerveza ubicada en Estonia presentó una nueva y polémica etiqueta que despertó la queja de varios consumidores.
Según los clientes, la figura era similar a una vagina. Sin embargo, Ann Parel, vocera de Pohjala, remarcó que la marca no oculta segundas intenciones.
“Es un grano de malta magnificado”, advirtió Parel al mismo tiempo que rescató que ese ingrediente es clave para la elaboración de la popular bebida.
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