Investigadores del Colegio Americano de Neuropsicofarmacología (American College of Neuropsychopharmacology), Phoenix, Estados Unidos, publicaron un reciente estudio sobre anomalías en los cerebros de adolescentes y adultos jóvenes que intentaron suicidarse asociadas con trastornos del estado del ánimo, como el trastorno bipolar y la depresión.
Se realizaron escaners cerebrales a 68 participantes de 14 a 25 años de edad, con un trastorno bipolar, una enfermedad mental que provoca altibajos emocionales extremos. 26 de esos pacientes intentaron suicidarse. También se realizaron escáneres cerebrales a un grupo de control de 45 adolescentes y adultos jóvenes que no tenían un trastorno bipolar.
Los participantes que intentaron suicidarse presentaban anomalías en la corteza prefrontal y en las áreas del cerebro relacionadas. Presentaban una menor integridad en la materia blanca de los sistemas frontales clave del cerebro, incluyendo uno que conecta el lóbulo frontal con áreas que controlan las emociones, la motivación y la memoria.
Estas anomalías en la materia blanca podrían alterar la capacidad de estas áreas de trabajar juntas, según la investigadora Hilary Blumberg y sus colaboradores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.
También hallaron un vínculo entre los déficits en la materia blanca en estas conexiones estructurales y el número de intentos de suicidio y la gravedad de estos intentos.
Aproximadamente el 4 por ciento de los estadounidenses tienen un trastorno bipolar. De los que tienen el trastorno, entre el 25 y el 50 por ciento intentan suicidarse, y entre el 15 y el 20 por ciento mueren de suicidio.