Cuando tiene objetivos nobles, la tecnología puede hacer milagros.
Y si ustedes no lo creen conozcan la historia de Kathy Beitz, una canadiense que quedó ciega a los 11 años debido a una enfermedad que produce la degeneración de la capa mocular del ojo.
Gracias a unos anteojos electrónicos, la mujer logró verle la cara a su beba recién nacida.
“Pude ver que mi bebé tiene los dedos y pies de mi marido y mis labios. Mi marido y yo pudimos tener la experiencia familiar de ver a nuestro recién nacido, de vincularnos con él y enamorarnos”, expresó Kathy.
Si aún así no lográs emocionarte te dejamos el video.