Tras el éxito rotundo de las selfies en 2014, no tardó mucho en aparecer el stick que revolucionó la forma de hacer este tipo de capturas.
Ahora bien, si algo sabemos es que este tipo de artefactos no son para nada baratos, así que algunos se las arreglan muy bien para dar la impresión que están a la última moda (y encima de vacaciones). No todo es lo que parece.
Todo es una cuestión de perspectiva: