Pharrell Williams sabe de éxitos
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Venía golpeado. Todos hablaron del fallo judicial que lo obligará a pagar siete millones de dólares a la familia de Marvin Gaye.
Venía golpeado. Todos hablaron del fallo judicial que lo obligará a pagar siete millones de dólares a la familia de Marvin Gaye.
Pero la historia es dinámica y a la hora de subir al escenario, el show debe continuar. Y así lo entendió este hacedor de éxitos en el segundo día (o noche) del Lollapalooza Argentina 2015.
Acompañado por seis bailarinas, Pharrell subió al Main Stage 1 para deleitar por más de una hora y media a miles de personas que cantaron desde el minuto uno en el Hipódromo de San Isidro.
El calibre de hits fue impresionante, aunque por momentos el público (y Pharrell) se mostraron algo estáticos.
Además de hacer un repaso por N.E.R.D., Pharrell tocó “Lose yourself to dance” y dos versiones de “Get lucky”, canciones que devolvieron a Daft Punk a la primera plana de la industria musical.
A esta altura de la noche quedaban dos dudas. La primera era si realmente iba a sonar “Blurred lines”, ese single del que tanto se dijo y que todos esperaban. Finalmente sucedió, aunque en una versión muy corta y con un crítico mensaje hacia la justicia de Los Ángeles.
Pero faltaba esa. La canción que todos estaban esperando. La que nos hace pensar en Minions, en bailar sin parar, en gritarle al mundo por qué estamos felices.
Y allí llegó “Happy”. Quizás, la razón verdadera por la que todos querían verlo en acción.
Así, Pharrell Williams cerró su show con un saludo que incluyó una sencilla y dinámica coreografía, pero que dejó la sensación de que nunca terminó de explotar…
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