El público y los medios trasandinos coincidieron en que el show de St. Vincent fue uno de los puntos más altos del Lollapalooza Chile.
Sin embargo, Annie Clark tuvo un problema que la obligó a quedarse en Santiago más tiempo del que debía.
Aparentemente, la artista habría roto las obras que decoraban su camarin en el Parque O’Higgins. La autora de las piezas, Constanza Ragal, pensó en hacer una demanda por 4500 dólares.
Al enterarse de esto, Annie decidió quedarse y aclarar la situación sin llegar a acciones judiciales que podrían haberle impedido llegar a nuestro país.
Por suerte, todo se arregló y la escucharemos el próximo 21 de marzo en el Hipódromo de San Isidro.