Un grupo de diseñadores, Justin Crowe y Aric Snee, inventaron el “brazo selfie” o selfie arm, con el objetivo de aparentar estar sosteniendo la mano de alguien.
La moda de autorretratarse y los inventos asociados al fenómeno parecen no tener fin. El brazo selfie consiste en un palo selfie que imita un brazo humano que cumpliría la función de acompañar a una persona a la hora de tomar la selfie, “para no sentirse tan solo”.
Sí, aunque parezca una locura, esto es lo que asegura Crowe: “con esta extremidad de fibra de carbono hacerse una selfie es sentir que un amigo o familiar te está inmortalizando“.