Golpe a la infancia. Lágrimas en el alma. Corazón con agujeritos. Podríamos definir de mil maneras esto que sucedió en Disney.
Una madre acusó a Pluto por los daños que le provocó a Etan, su hijo de ocho años.
En declaraciones a TMZ, la mujer especificó que el perrito lo alzó y lo mantuvo suspendido por varios segundos. Pero al instante, el pequeño comenzó a quejarse de tener dolores en espalda y cuello.
La organización de Disneylandia lo atendió y certificó que no había ninguna lesión. Sin embargo, la madre decidió llevarlo a un hospital cercano y el diagnóstico fue distinto: distensión muscular severa.
¿Cómo terminó la historia? La casa de Mickey se disculpó, pagó todos los gastos y los invitó a visitar Florida.