En una avenida concurrida de Brasil, un muchacho estacionó su auto en el espacio para discapacitados y fue detectado por las personas correctas. O no.
Inmediatamente después de verlo bajar del auto sin ninguna discapacidad, un comando de superhéroes decidieron hacer justicia por su cuenta: armados con papelitos adhesivos azules dejaron el auto íntegramente forrado.
El espectáculo fue presenciado por todas las personas que pasaban por el lugar, incluso por un policía que no podía ver la matrícula para hacer la multa correspondiente. Al final, cuando el dueño vuelve, a los gritos y muy iracundo intenta sacar los papeles para arrancar el vehículo.
Imperdible, mirá