Si lo tuyo es competir por cualquier cosa deberías haber viajado a Derbyshire, Reino Unido. Allí se celebró la 40ª edición del campeonato británico de pulseadas con los pies.
Por sexto año consecutivo, Alan Nash se consagró campeón tras vapulear a todos sus contrincantes. Claro que, para ganar, en esta disciplina también hay que sufrir. “En una de las pulseadas llegué a fracturar cuatro de un tirón”, confesó Nash.
¿Cómo se juega? Primero tenés que tener uñas cortas y presencia normal de callos o durezas. Una vez que hayas cumplido con ese requisito, básicamente es igual que con las manos. Para ganar, el rival debe tocar con su pie una tabla lateral.