Un equipo de diseñadores desarrolló Kingii, un salvavidas dentro de una pulsera. Sin dudas un invento que puede salvar vidas ante cualquier eventualidad en el agua.
Kingii se activa manualmente y se infla en menos de un segundo pudiendo llevar a flote a una persona de 124 kilos.
Se ajusta a cualquier tipo de muñeca y es absolutamente reutilizable. Está recomendada para cualquier persona a partir de los 6 años.