Una familia de Nueva Jersey vivió en carne propia una escena de ciencia ficción.
En esa parte del mundo disfrutan del verano. Y cuando el sol pega hay que hacerle frente como sea. En este caso, con una pelopincho.
Pero por esas cosas del destino, el refugio para altas temperaturas se convirtió en un objeto de deseo para una familia de simpáticos osos que no sólo se zambulleron, sino que se robaron los flotadores.
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