Un estudio realizado por la Universidad Siglo 21 determinó que los futbolistas de alto rendimiento son los trabajadores más estresados.
El motivo radica en los múltiples sentimientos que desarrollan antes de disputar un partido: intranquilidad, nerviosismo, hostilidad, irritabilidad y miedo.
Esto no ocurre, según los expertos, en otras disciplinas. Al comparar estas reacciones con las de otros 400 trabajadores el resultado fue inesperado: sólo un 15% llega a experimentar semejantes niveles de negatividad, mientras que el 85% desconoce ese límite.
“Los futbolistas que tengan mayor capacidad para manejar las ambiguas implicaciones que tiene la coactivación emocional sobre el comportamiento tendrán mayores probabilidades de superar exitosamente los estresores a los que se ven expuestos y alcanzar un desempeño óptimo. Un panorama menos alentador existiría para los futbolistas que no logren soportar la tensión de sentir ambos tipos de emociones”, explicó Leonardo Medrano, de la Secretaría de Investigación de la Universidad.