Un partido entre Thurrock FC y el Romford FC, dos equipos de una liga regional del Reino Unido, dio lugar a un hecho tan insólito como inolvidable.
Los dos luchaban por conseguir la victoria. Sin embargo, el gol que desequilibró la igualdad no vino por parte de ningún jugador de campo.
¿Y entonces? El viento, que llegó a velocidades superiores a los 100 kilómetros por hora, “cabeceó” la globa y la mandó a guardar.
Conmovedor esfuerzo del arquero Rhys Madden:
Fuente: Pulso Urbano