Los murales invanden muchas ciudades del mundo. Cientos de artistas se encargan de plasmar su arte en las paredes y calles de cada ciudad. En esta oportunidad un grupo de diseñadores surcoreanos decidió llenar de color las calles de Corea del Sur luego de muchos días de lluvia.
Esta idea se llama “Proyecto Monzón”, y consiste en murales pintados con una pintura hidrocromática que es invisible hasta que el agua la toca. “Inspirados por la cultura surcoreana de enfatizar la importancia de la corriente de los ríos, los murales utilizan elementos topográficos de Corea que crean una corriente y un charco de lluvia en cada calle para llenarlas de color y vida”, escribieron los artistas.