Él se cansó de ser soltero y de vivir las situaciones complicadas del amor y se casó con una pizza. Si, así de simple.
Según The Mirror, el joven ruso, que no dio a conocer su nombre, tomó la decisión porque el amor entre las personas era demasiado complicado.
“El amor entre dos seres humanos es una cosa salvaje y complicada. Yo estaba agradecido de que tuve al menos mi amor por la comida y luego se me ocurrió que en realidad el amor por los alimentos se mantiene estable sin importar lo que pase”
“La pizza no te rechazaría o traicionar, y hablando francamente y sinceramente, me encanta”, confesó el feliz “casado”, al que las autoridades le rechazaron el permiso oficial para contraer matrimonio con estas ocho porciones, pero cumplió su deseo en una pizzeria local, donde le entregaron un certificado de matrimonio.