En Alabama, un operario de una grúa excavadora protagonizó una catástrofica demolición en una chimenea de 55 metros y más de 100 años de antigüedad.
El plan inicial fue utilizar explosivos, pero el coloso de casi una tonelada quedó en pie. Por esta razón, el objetivo fue derribarlo con la máquina amarilla.
Lamentablemente, algo salió mal y los escombros cayeron en el lugar menos pensado. Pero el hombre vivió para contarlo…