Esta es la historia de John Poole, un joven británico que desactivó una feroz pelea entre dos personas mientras esperaba el metro en la estación Chorlton de Manchester.
Primero intentó conversar amablemente con los ocasionales púgiles. Pero el resultado no varió. Cansado de la situación, John accedió a terminar las cosas de una vez y para siempre: agarró a uno de ellos y le metió una llave.