Ser inventor es algo que te puede hacer pasar a la historia por dos motivos. Por haber creado algo que ha sido de gran utilidad para la sociedad, o por haber inventado algo tan absurdo y ridículo, que despertará la hilaridad de generaciones posteriores. Los diseños que aquí mostramos pertenecen a la segunda categoría.
Un juego de mesa orgiástico
Orgía. Así se llamaba este juego de mesa de finales de los 70. Pero, lo más delirante es que el pack adjuntaba un porrón.
Un inquietante solarium
Aparato casero para tomar baños de sol en la cabeza. Aseguraban que curaba la migraña y el catarro.
Llevarse el sauna puesto
Unos pantalones cortos inflados hechos especialmente para sudar.
Máscara facial: se suponía el contenido frío proveniente de los hielos generaba buenos resultados en cuanto a la circulación del consumidor.