Por fuera, los Halo Sport parecen unos auriculares de diadema comunes. Por dentro, el dispositivo esconde dos parches que aplican corrientes eléctricas sobre el cerebro. Su creador asegura que esas descargas elevan de manera brutal el rendimiento deportivo, pero no falta quien dice que comercializarlos puede ser perjudicial.
¿Cómo funcionan los Halo Sport? Los suaves parches de silicona de su cara interior entran en contacto con la piel del cuero cabelludo y generan pequeñas descargas indoloras que se traducen en campos magnéticos que entran hasta la corteza cerebral. En este caso, la estimulación transcraneal se aplica sobre la región del cerebro conocida como corteza motora, responsable entre otras funciones de los movimientos voluntarios.