En Bélgica, bajo el lema “La felicidad comienza con una sonrisa”, Coca-Cola ha desarrollado una simple pero efectiva acción en un vagón de metro en la ciudad Amberes en la que demuestra, por si quedaba alguna duda, el efecto contagioso de la risa. La campaña arranca con un hombre que se ríe estrepitosamente ante algo que está viendo o leyendo en su tablet. Las consecuencias son inmediatas.
No pasa mucho tiempo hasta que numerosos pasajeros que viajan en el mismo tren estallan de risa, una reacción provocada por las carcajadas contagiosas de este viajero anónimo. Con esta sencilla iniciativa,la marca ha querido transmitir un poco de felicidad, la que, según parece, empieza en la propia sonrisa.