Primero hay que asumir que el superhéroe requiere cantidades enormes de energía para funcionar.
DC Comics ha explicado varias veces que los poderes del kryptoniano están alimentados por la radiación solar. Queda claro que Superman se sirve de un proceso similar a la fotosíntesis que llevan a cabo las plantas de la Tierra.
Y aquí es donde el cómic choca con la biología. Los pigmentos captadores de luz funcionan como antenas de fotones: se adaptan a la longitud de onda de los fotones que van a captar. Si la evolución funciona en Krypton como lo hace en la Tierra, los kryptonianos deberían haberse adaptado para aprovechar al máximo la energía que reciben de su fría estrella roja. Por eso Superman debería ser negro: es el mejor color de pigmento para absorber la radiación solar que llega a Krypton.