Según la investigación de un profesor de psicología de la Universidad de Berkely y su ayudante, la película más triste de todos los tiempos es Campeón (1979). En ella, Jon Voight interpreta a un boxeador que muere delante de su hijo, interpretado por Ricky Schroder, dando lugar a la escena más emocional de la historia del cine. Bambi, con la trágica muerte de la madre, quedó en segundo lugar.
Para conocer más acerca del estudio tenemos que remontarnos a 1988, cuando Robert Levenson y James Gross estaban buscando fragmentos de películas que pudieran producir de manera fiable una fuerte respuesta emocional en el laboratorio. Según explica la revista del Smithsonian, la búsqueda terminó durando varios años y les llevó a revisar 250 filmes.
La película de Jon Voight se ha convertido en un recurso casi imprescindible para experimentos sobre la tristeza. Por ejemplo, sirvió para comprobar que las personas con depresión no son más propensas a llorar que la gente no depresiva, para conocer que la gente gasta más cuando está triste y para saber que los mayores son más sensibles al dolor que los jóvenes, ya que mostraron más tristeza al ver la escena.