Un estudio muestra que las personas que duermen abrazadas son mucho más tranquilas, relajadas y reflexivas.
Investigadores de la Universidad de Pittsburgh, EE.UU., dicen que dormir al lado de la pareja disminuye el nivel de cortisol en la sangre – una hormona conocida como la hormona del estrés. Esto se debe a que nos sentimos más seguros al dormir con alguien, por lo que el cuerpo se vuelve más relajado y no siente tanta necesidad de producir tanto el cortisol.
Además de reducir el estrés, dormir abrazado también estimula la producción de oxitocina. La ventaja es que esta hormona estimula el sistema inmunológico para ayudar a combatir la inflamación, y también hace que el sistema digestivo funcione mejor.