Cada vez que llega el momento de cantar Waitin’ On A Sunny Day, Bruce Springsteen sube a un nene o una nena al escenario para que cante a capella el estribillo. Los chicos suelen lucirse entonando “I’m waitin’ / waitin’ on a sunny day / Gonna chase the clouds away / Waitin’ on a sunny day”.
Pero este sábado, en el madrileño Santiago Bernabeú, el elegido no pudo con su emoción. El nene, que quería subir al escenario, se abrazó fuertemente a su ídolo y se largó a llorar. Springsteen trató de consolarlo, le habló al oído, lo calmó, pero cuando le puso el micrófono solo logró que el chico gritara “Hola”.
En 2009, esa vez en Sevilla, el nene tampoco quiso cantar, así que terminaron comiendo juntos en el escenario: