A 30 años del accidente nuclear ocurrido en Chernobyl, un joven sumergió su cámara en un lago cercano a la zona de la planta nuclear para descubrir qué tipo de vida acontecía en las profundidades.
¿El resultado? Gran cantidad de bagres “mutantes”, con dimensiones superiores a lo normal. Eso sí, nadie los pesca porque están demasiado contaminados y pueden ser altamente dañínos para la salud humana.
Mirá el video ACÁ.