Un gran susto se llevó Bobby Gillespie, cantante de la veterana banda de rock escosesa Primal Scream. El músico se recupera en el hospital tras sufrir una caída del escenario de más de dos metros de altura.
Gillespie, de 53 años, sufrió lesiones leves en la espalda tras resbalar de un parlante al que subió durante la actuación de anoche del grupo en Nyon. Se espera que pueda recibir el alta en las próximas horas. Primal Scream se encuentra de gira promocionando su último trabajo, Chaosmosis.