Según describe el libro To infinity and beyond!: The story of Pixar Animation Studios, Stanton estuvo muy ocupado trabajando en Bichos y se sentía culpable por no pasar tiempo con su hijo de cinco años. Cuando por fin pudo estar una tarde con él, salieron a dar un paseo por el parque y, según sus propias palabras,pasó demasiado tiempo preocupándose por su hijo, sin poder disfrutar de la tarde: “Lo arruiné. Me pasé todo el paseo diciendo: quédate en la acera, no toques, es demasiado afilado. O: está sucio, suéltalo. Recuerdo verme a mí mismo hacer eso y decirme ‘Te estás olvidando del verdadero objetivo del paseo’. Esto me llevó a pensar en la premisa de que el miedo puede convertir a un buen padre en uno malo“.
Tras esta reflexión, el cineasta se dio cuenta de que apenas habían películas de animación sobre la relación entre padres e hijos que hablasen desde el punto de vista de los padres. “Me llevó años desarrollarlo, pero una vez que tuve todas las piezas, tardé un año y medio en escribirlo hasta que lo llevamos a producción”.