Son éstas tres de las traducciones al español del término “astonishing“, que da título al último álbum doble de Dream Theater. Esas tres palabras también calzan a la perfección para definir el espectáculo con el que la banda estadounidense se floreó en su nuevo paso por Buenos Aires.
Fue un show de dos horas y media en el que el grupo interpretó completo su flamante trabajo conceptual futurista, que narra una historia épica situada a 300 años vista, en una sociedad en la que máquinas voladoras dominan y someten a los humanos.
Las 34 canciones de la extensa obra fueron sucediéndose en el mismo orden en que fueron grabadas y puestas a la venta. Fue la sexta visita al país de este grupo pionero y líder en su género, que al cabo de 30 años de exitosa trayectoria tomó un riesgo grande: salir del olimpo del metal progresivo para expandirse hacia nuevos horizontes.