Un buen vino es más rico si es tomado entre amigos. Pero después del ritual, la botella suele tener dos caminos: basura o trofeo de guerra.
Sin embargo, desde Pulso Urbano creímos que podía existir una tercera opción más ecológica y artística. Fue así como investigamos lo suficiente como para encontrar una idea de esas que llegan al alma: transformarla en una tablita para picadas.
Mirá el proceso ACÁ.