Un estudio realizado por la Universidad de Oslo halló una respuesta científica entre los sonidos musicales y el movimiento corporal.
Hasta ahora, seguir el ritmo de un tema con la cabeza o los pies era algo casi cultural. Sin embargo, detrás de esa reacción existía una teoría motora de percepción. ¿Qué significa eso? Para poder percibir algo en su máxima expresión, una persona debe estimular el movimiento con las impresiones sensoriales.
“El movimiento relacionado a la música, tanto en la producción y el acompañamiento del sonido, deja un rastro en nuestras mentes”, explicó Rolf Inge Godoy, científico encargado de la investigación. “Podría interpretarse como un tipo de representación figurativa, una que está íntimamente vinculada a nuestras experiencias de las características destacadas del sonido musical”, advirtió.
Por esta razón es normal que alguien golpee las manos en un tema con una batería bien presente o se mande un solo de air guitar durante un punteo.