El fútbol, además de ser el juego más lindo del mundo, puede cambiar de resultado en cuestión de segundos. Claro que a veces, el factor suerte puede meter la cola.
En Corea del Sur, un defensor quiso despejar una pelota que quedó muerta en el área chica. Sin embargo, impericia y nervios hicieron que marque un inexplicable gol en contra.